Sin duda, una de las preguntas clave en toda actividad de venta es, ¿qué elemento es el fundamental para alcanzar el éxito?
Aunque evidentemente podríamos hablar de muchos y distintos elementos, podemos convenir en que los puntos fundamentales de este éxito son:
• La formación en técnicas de venta
• El conocimiento de los productos
• Su interés por alcanzar buenos objetivos
• Su actitud
El hecho diferencial entre un comercial de éxito y un comercial excelente es su ACTITUD,
El factor principal que marca su actitud es su deseo de tener éxito, no sólo a final de mes, sino en cada una de las ventas que se plantea a lo largo de su jornada, la forma en que las afronta: positiva y convencida del éxito.
– Si tengo la actitud correcta, iré a trabajar vestido con pulcritud.
– Con la actitud correcta, llegaré puntual al trabajo.
– Con la actitud correcta, ofreceré un excelente servicio.
– Con la actitud correcta, me preocuparán las ventas futuras, no sólo las del momento.
– Con la actitud correcta, todos mis clientes serán buenos clientes, con gustos diferentes.
Esto no quiere decir que el resto de los aspectos no sean importantes. Aproximadamente el 20 % de la eficacia en el proceso de la venta se basa en el conocimiento de producto y en las habilidades de venta, y es apoyándose en estos dos apartados de una forma sólida, como se desarrolla la confianza y la seguridad necesarias para facilitar la aparición de la ACTITUD positiva que genere el deseo de éxito.
Todos nosotros tenemos en nuestros cerebros unos denominados «techos auto-limitantes».
• Los techos auto-limitantes son las barreras que nos ponemos a nosotros mismos.
• Son los límites que creemos que no podemos superar.
Todas las personas que han conseguido el éxito, han hecho desaparecer sus límites, y han trabajado con gran esfuerzo para conseguirlo.
Visto esto, ¿qué características contribuyen a que las personas que tienen éxito lleguen a conseguirlo?
Para contestar a esta respuesta debemos acudir a los siguientes aspectos:
• La actitud
• El deseo
• La convicción
• La determinación
• El coraje
Si piensas en el éxito como en una espiral, cuanto más positiva sea la forma en que te hables a ti mismo, más podrás conseguir. De esa forma, el proceso sigue una espiral y se mantiene ascendiendo sin parar
No obstante, en lugar de ello puedes entrar en la espiral negativa y derrotarte a ti mismo constantemente, y las cosas empezarán a ir cada vez peor.