Para conseguir la venta es preciso que el cliente vea las ventajas y beneficios del producto que le ofrecemos.
De ahí que la tarea fundamental del vendedor consista en mostrar al cliente dichas ventajas y en hacerle participar en el proceso de la venta.
Deben mostrársele los caminos, pero dejándole la libertad de elegir por sí mismo el más adecuado para satisfacer su necesidad.
VENDER ES EDUCAR AL USUARIO
En principio, los clientes están buscando satisfacer sus necesidades, pero muchas veces desconocen dichas necesidades o no saben cómo satisfacerlas exactamente.
Además, algunos productos como los electrodomésticos o nuevas tecnologías son muy sofisticados, con prestaciones no muy al alcance de la comprensión del usuario y que no podrían ser descubiertas por éste, sin la ayuda del vendedor.
La misión de éste consistirá, pues, en transformar la necesidad oculta en evidente, y ayudar al cliente en la elección del producto que la satisfaga, instruyéndole sobre las prestaciones, manejos y usos más adecuados del mismo.
VENDER ES CONSEGUIR UN CLIENTE PARA SIEMPRE
La meta de todo vendedor debe ser conseguir que el que compra una vez se convierta en cliente asiduo de su establecimiento. Y esto sólo se consigue dejando satisfecho al cliente.
Si el comprador queda satisfecho, volverá a comprar en nuestra tienda y se convertirá en «PRESCRIPTOR» y agente gratuito de publicidad de nuestros productos. Por eso, vender supone dar un servicio, beneficiar, satisfacer; lo que significa ganar clientes, mantenerlos y aumentarlos.
El cliente fijo es «un capital a rédito». «Un cliente satisfecho nos proporciona otros cinco, pero un cliente insatisfecho nos hace perder otros diez».